Un infarto agudo de miocardio es lo que comúnmente se conoce como “ataque al corazón”. Es una urgencia médica grave que puede causar la muerte si no se trata de inmediato.
Definición básica
Un infarto agudo de miocardio ocurre cuando una arteria coronaria se obstruye de forma brusca y el músculo del corazón (miocardio) deja de recibir suficiente sangre y oxígeno. Esa falta de riego provoca la muerte (necrosis) de la parte del músculo irrigada por esa arteria.
Causa principal
La causa más frecuente es la rotura o ulceración de una placa de ateroma (depósito de grasa y colesterol) en una arteria coronaria, sobre la que se forma un coágulo que tapa la arteria. En otros casos puede deberse a un espasmo intenso de la arteria coronaria u otras situaciones que reducen de forma crítica el aporte de sangre al corazón.
Por qué es peligroso
Al morir una parte del músculo cardíaco, el corazón puede perder fuerza de bomba y aparecer insuficiencia cardiaca o arritmias graves. Sin tratamiento rápido, el riesgo de muerte súbita o de daño permanente del corazón es muy elevado.
Síntomas típicos
Suele manifestarse como dolor u opresión intensa en el centro del pecho, que puede irradiarse a brazo izquierdo, cuello, mandíbula o espalda, y durar más de varios minutos. A menudo se acompaña de sudor frío, náuseas, falta de aire y gran sensación de malestar o de “muerte inminente”.
Qué hacer
Ante sospecha de infarto (dolor opresivo torácico intenso y persistente, con o sin falta de aire o sudoración), es fundamental llamar de inmediato a los servicios de emergencia y no intentar ir por cuenta propia conduciendo. El tratamiento precoz para abrir la arteria (medicamentos trombolíticos o cateterismo coronario) reduce mucho la cantidad de músculo que muere y mejora la supervivencia.
