El celibato es el estado o condición de no contraer matrimonio y, frecuentemente, implica la abstención de mantener relaciones sexuales. En contextos religiosos, como en la Iglesia Católica, el celibato es una opción libre y consciente que se asume como un don espiritual y compromiso de vivir sin matrimonio para dedicarse plenamente al servicio de Dios y de la comunidad. Este estado es particularmente asociado con los sacerdotes que, al comprometerse con el celibato, manifiestan un amor indiviso a Dios y al prójimo, transformando su energía afectiva en entrega total y disponibilidad para su ministerio. El celibato no es simplemente una regla disciplinaria, sino una forma de vida consagrada que implica castidad perpetua y un corazón libre de ataduras exclusivas. Además, este compromiso tiene raíces bíblicas y está presente en diversas religiones, donde representa una dedicación total espiritual. En la Iglesia Católica Latina, este celibato es obligatorio para los sacerdotes, salvo algunas excepciones, y se ve como un signo radical de entrega y amor.
