Adrián “Maravilla” Martínez estuvo preso por una acusación que luego se demostró falsa. Fue un caso vinculado a un ataque contra el agresor de su hermano.
Contexto del caso
En 2014, después de que a su hermano menor le dispararan, Martínez fue detenido acusado de haber incendiado y robado la casa del presunto tirador como represalia. La causa lo vinculaba a ese ataque pese a que más tarde se comprobó que no había participado en los hechos.
Tiempo en prisión
Por esa acusación, pasó alrededor de seis a siete meses en prisión preventiva hasta que se probó su inocencia y recuperó la libertad. Diversos medios destacan que se trató de una detención “por error” o “injusta”, y que ese período marcó profundamente su vida personal y su carrera futbolística posterior.
