La dipirona (también llamada metamizol) se usa sobre todo para aliviar el dolor y bajar la fiebre.
Qué es la dipirona
La dipirona es un medicamento analgésico (contra el dolor) y antipirético (contra la fiebre), de la familia de los antiinflamatorios no esteroideos derivados de la pirazolona. Puede encontrarse en comprimidos, gotas, jarabe, supositorios o inyectable, según el país y la presentación comercial.
Para qué se utiliza
Se indica para tratar dolores de intensidad leve a intensa, como cefaleas, dolor dental, dolor postoperatorio, cólicos (renales, intestinales o uterinos) y dolor oncológico. También se usa mucho para cuadros de gripe o resfriado que cursan con fiebre y malestar general, por su fuerte efecto para bajar la temperatura.
Cómo actúa en el cuerpo
Actúa reduciendo la producción de sustancias del organismo (prostaglandinas) relacionadas con la aparición de dolor y fiebre. Además tiene cierto efecto antiespasmódico sobre la musculatura lisa, lo que ayuda en dolores tipo cólico.
Riesgos y precauciones
Es un fármaco controvertido porque, aunque es eficaz, se ha asociado en raros casos con agranulocitosis, un problema grave de la médula ósea que disminuye las defensas. Por eso está restringida o prohibida en algunos países y debe usarse solo bajo indicación médica, respetando dosis y duración, y evitando su uso en personas con antecedentes de reacciones graves a analgésicos o enfermedades de la médula ósea.
Uso humano y veterinario
En humanos se utiliza en adultos, adolescentes y niños mayores de 3 meses, ajustando la dosis al peso y la forma farmacéutica. También existe dipirona de uso veterinario como analgésico y antipirético en animales (bovinos, equinos, porcinos, etc.), pero esas presentaciones no deben emplearse en personas.
