La loperamida es un medicamento para controlar la diarrea, no para curar su causa. Siempre debe usarse por poco tiempo y siguiendo indicación médica, sobre todo en niños y personas con otras enfermedades.
Para qué sirve
La loperamida se usa para tratar la diarrea aguda de corta duración, incluida la llamada “diarrea del viajero”. En algunos casos médicos también se emplea para la diarrea crónica asociada a enfermedad inflamatoria intestinal o en personas con ileostomía para reducir la cantidad de líquido que se pierde.
Cómo actúa en el cuerpo
Este fármaco reduce los movimientos del intestino y disminuye la cantidad de líquidos que se liberan dentro del tubo digestivo. De esta manera baja el número de deposiciones, hace las heces menos líquidas y ayuda a prevenir la deshidratación.
Cuándo no usarla
No debe usarse en diarreas con fiebre alta, sangre en las heces, sospecha de infección bacteriana grave o colitis pseudomembranosa, porque puede empeorar el cuadro. En niños pequeños, mujeres embarazadas, personas con enfermedad hepática o que toman muchos otros medicamentos, su uso debe valorarlo un profesional de salud.
Recomendaciones básicas
- Usarla solo mientras dure la diarrea y consultar si no mejora en uno o dos días.
- Beber abundantes líquidos o soluciones de rehidratación oral, porque el medicamento no reemplaza la hidratación.
- Suspenderla y acudir de inmediato al médico si aparecen dolor abdominal intenso, distensión marcada, mucho cansancio, mareos o empeoramiento general.
