La teoría del Big Bang es el modelo científico que explica que el universo surgió hace unos 13 800 millones de años a partir de un estado inicial extremadamente denso y caliente que comenzó a expandirse y a enfriarse, dando origen a toda la materia y la energía que existen hoy. No describe una explosión en el espacio, sino una expansión del propio espacio, que aún continúa en la actualidad.
En qué consiste
Según esta teoría, toda la materia y la energía del universo estaba concentrada en un punto o estado muy compacto, con densidad y temperatura enormes, que inició una rápida expansión. A medida que el universo se expandía, se iba enfriando, permitiendo la formación de partículas elementales, átomos, estrellas y galaxias.
Evidencias principales
Las evidencias clave que apoyan el Big Bang son:
- La expansión del universo, observada porque las galaxias se alejan unas de otras (corrimiento al rojo y ley de Hubble).
- La radiación de fondo de microondas, un “resplandor” muy tenue que llena todo el cosmos y se interpreta como el eco térmico del universo primitivo.
- Las cantidades observadas de elementos ligeros como hidrógeno y helio, que concuerdan con los cálculos de la nucleosíntesis del Big Bang.
Qué pasó después del inicio
Tras los primeros instantes, el universo se fue enfriando lo suficiente para formar protones, neutrones y electrones, que luego dieron lugar a los primeros átomos simples. Con el tiempo, enormes nubes de gas se agruparon por gravedad y formaron las primeras estrellas y galaxias, de las que acabarían surgiendo sistemas planetarios como el nuestro.
Qué no explica
La teoría del Big Bang no responde de manera definitiva qué ocurrió “antes” de ese estado inicial ni por qué empezó la expansión; ahí entran otros modelos y especulaciones cosmológicas. Tampoco es, por sí misma, una explicación filosófica o religiosa sobre la creación, sino un modelo físico y matemático sobre la evolución del universo observable.
