La estructura básica de una canción generalmente incluye varias partes clave: introducción, versos, pre-estribillo, estribillo, puente y final. La introducción inicia la canción y capta la atención del oyente en los primeros segundos. Luego vienen los versos, donde se desarrolla la idea principal y la letra. El pre-estribillo sirve para preparar el estribillo. El estribillo es la parte más pegadiza, donde se repite la idea central de la canción. El puente ofrece contraste musical antes del estribillo final, y la canción termina con un cierre o final. Esta estructura se puede simplificar o variar según el género o estilo, pero estas partes son las más comunes y básicas para lograr una composición coherente y atractiva.
