El primer país en otorgar el derecho al voto a las mujeres fue Nueva Zelanda, el 19 de septiembre de 1893. Este fue el primer caso de sufragio femenino sin restricciones a nivel mundial. La conquista del voto femenino en Nueva Zelanda se logró gracias a un movimiento liderado por Kate Sheppard. Posteriormente, en muchos otros países se reconoció este derecho, pero Nueva Zelanda fue pionera en concederlo en igualdad con los hombres. Por ejemplo, Australia siguió en 1902, Finlandia en 1906, y el Reino Unido en 1918 (aunque inicialmente solo para mujeres mayores de 30 años). Esta medida fue un hito histórico en la lucha por la igualdad política para las mujeres.
